Come on, I'm talking to you... // # Mahia's Relations

Egoísta, competitivo y arrogante, era la primera impresión que podrían llevarse de él incluso quienes lo conocieron en la secundaria, sin embargo generalmente era carismático y osaba de caerle bien a todo el mundo pese a sus evidentes defectos, eso podría deberse a su constante buen humor y sus ánimos para las fiestas de cualquier índole. Sus intereses estuvieron por encima de casi cualquier consecuencia, siempre fue de pocos amigos pues cada ladrón juzga por su condición y no confiaba en el resto con facilidad, a pesar de tener muchos conocidos y compañeros de fiesta era indiferente para con los demás excepto cuando se trataba de los pocos amigos verdaderos que había llegado a tener por los que era capaz de hacer a un lado su pesado orgullo y darle cabida a sus opiniones y sentimientos, con los que se atrevía a demostrar las debilidades que se negaba a compartir en público, todo ello como parte de las enseñanzas militares que había recibido desde niño, su padre conversaba con él constantemente de lo que debía hacer un hombre, que las debilidades aventajaban a tus enemigos dándoles la facilidad de que acabaran contigo y que en el mundo sobrevivía el más fuerte.

De su padre también había aprendido un gran sentido de la lealtad por lo que si daba su palabra podías creer ciegamente en que la cumpliría, era aplicado a los estudios, responsable y respetuoso con quienes consideraba iguales, observador, intuitivo y sobreprotector con quienes tenían su confianza, podría considerarse una buena persona a pesar de su orgullo y arrogancia infantil pues no causaba ningún daño real al resto, pero todo fue cambiando desde que decidió asistir a la Universidad de Cosgrand, su personalidad se volvió más oscura y podía llegar a sorprender incluso a los que ya tenían una mala impresión de él, poco a poco fue perdiendo aquella profunda lealtad hacia sus seres queridos, paso de ser el odioso pero al mismo tiempo agradable chico a una persona sin ningún tipo de escrúpulos quien sería capaz de lastimar a su propia madre para conseguir lo que quiere o lo que desea la secta a la que ahora dedica su lealtad, lo que antes era desconfianza y vanidad adolescente hoy es apatía e indolencia pura que tan solo algunas personas son capaces de vulnerar llevándole a sus momentos de mayor lucidez. Leer un buen libro le apacigua, algo que nunca se vio vulnerado fue su apego a la literatura, por otro lado sigue gustando de las fiestas y del pasarla bien.

En algunos episodios siente un gran odio hacia sí mismo, momentos en los que no comprende por qué está haciendo lo que hace, por qué se comporta de tal manera, como es que un tratamiento experimental le habían convertido en aquella aborrecible persona, momentos en los que siente bondad, compasión, culpa, afecto, episodios que no pasan desapercibidos para los científicos de la oculta Cosgrand, quienes de inmediato actúan con nuevas drogas, tratamientos, regímenes alimenticios y físicos asegurándose de que la máquina de guerra humana que crean no se desvíe del camino que habían trazado desde su llegada a aquella mal llamada casa de estudios. ¿Intentarías hacer reaccionar a un ser que no actúa por sí mismo o huirías por nato instinto de supervivencia? Él es capaz de sentir, aunque generalmente no lo sepa, pero ¿Correrías tal riesgo?